El "Pizjuanazo"
Si nos remontamos al siglo pasado, hay partidos disputados en el Sánchez Pizjuán que también ocupan su merecido lugar en la memoria colectiva. Toda la ciudad recuerda el día en el que se disputó el primer encuentro oficial en el actual feudo sevillista, en septiembre de 1958.
Un Betis recién ascendido a Primera tras años de sufrimiento, años en los que sobrevivir ya era un logro. Tras pasar varias temporadas un calvario por campos de Tercera y Segunda, por fin conseguía su pase a Primera en la temporada anterior.
Su vuelta a la élite se daría en, teóricamente, el peor escenario posible y contra el rival que más le odiaba, el Sevilla que se encontraba entre los mejores equipos del país y que, para más inri, había organizado toda una fiesta con la intención de celebrar la inauguración de su nuevo y mastodóntico Estadio.
Como otra tantas veces, el Betis sacó fuerza de orgullo dando la campanada. Jugando al ritmo marcado por Luis del Sol, los verdiblancos consiguieron un sonado triunfo, siendo el resultado final de 2-4. Precisamente, en ese encuentro, jugaría el primer extranjero que tuvo el Betis en su historia, Janos Kuszmann. El húngaro anotaría dos de aquellos cuatro goles que pasarían a la historia del célebre “Pizjuinazo”.
La década de los 80 fueron años de estabilidad para el Betis, pero que no se tradujeron en victorias en el Sánchez Pizjuán. Desde el descenso producido en 1978 y su posterior ascenso en el 79, el Real Betis jugaría 10 temporadas seguidas en la máxima competición nacional, lo que convirtió el gran derbi en un encuentro rutinario.
Sin embargo, las derrotas en el Sánchez Pizjuán eran continuas, una tras otra, mínimos resultados a favor del equipo de Nervión que luego eran respondidos en el Benito Villamarín.
En esta continuidad derrotista se produce un inciso, la victoria lograda en 1987 (1-2). La racha quedaría cortada con 2 goles del máximo goleador del club en primera, el Poli Rincón. El Betis, tirando de gallardía más que de técnica, remontaría el 1-0 anotado por Moisés. Parra, Gabino, Calderón, Hadzibegic o un jovencísimo Diego, fueron algunos de los jugadores béticos ganadores en aquella jornada.