Este Betis estaba formado por una de las plantillas más cortas de cantidad (sólo contaba con 15 jugadores) pero rebosante de calidad y sobre todo, de corazón. No entraba en las apuestas de la época como favorito, es más, tras quedar penúltimo en el Superregional, un campeonato preámbulo al liguero que era disputado por equipos andaluces y levantinos, no se esperaba que el conjunto dirigido por Patrick O´Conell lograra la proeza y la hazaña de quedar como primer equipo de España. El Betis había fichado bien, contratando a jugadores contrastados como el medio izquierdo vasco Larrinoa, el polivalente Caballero, el central Gómez o el interior derecho Rancel; que completaban una plantilla mantenida de la temporada anterior y formada por los Urquiaga, Areso, Aedo, Peral, Adolfo, Lecue, Unamuno, Timimi, Saro, Valera y Espinosa.
Con un estilo propio, el Betis comenzó el campeonato liguero venciendo a un todopoderoso Real Madrid lleno de jugadores internacionales, como Ricardo Zamora o el considerado uno de los mejores defensas en la historia del conjunto Merengue Quincoces. Rancel, en el minuto 7 de la primera parte, batiría al guradameta vasco, ya ahora tocaba defender, toda una gesta ya en la primera jornada. O´Connell había diseñado una táctica de fútbol sencilla pero muy efectiva, sacrificio de todo el equipo por mantener la portería a 0, defendiendo dentro del área y en las bandas lograr uno contra uno, nunca superioridades del equipo rival, tarea en las que se manejaban como pez en el agua Aeso y Aedo. Una vez recuperado el balón, buscar pases en profundidad y aperturas a los extremos, o jugadas individuales de los delanteros, en especial de Unamuno, Timimi o Adolfo.
El Betis sólo caería en esta temporada ante el Athletic de Madrid por 4-2, en un partido durísimo donde los locales lograron el cuarto gol en el último minuto, contra el Valencia por 3-1, y contra el Barcelona, en una encerrona en Las Corts, dondese perdió por 4 goles a 0. Hubo goleadas históricas, como el 0-3 en Nervión ante su eterno rival, Lecue en dos remates, y Adolfo, fueron los goleadores béticos. Pero también se le goleó al Español, 5-0, y cuando más lo necesitaba, en la última jornada, para acabar a lo grande. En un 28 de abril de 1935, el Betis llegaba a Santander (aquí nace el espíritu de Santander recuperado en la temporada 2006-2007) con el trabajo hecho, sólo la suma de un punto le separa del ansiado trofeo. Y como salió el Betis, como una máquina locomotora dispuesta a todo, dando un baño de fútbol consiguiendo una gran goleada 5-0 que le daba el honor de ser el primer equipo andaluz en conseguir la Liga.