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La posverdad en la información del Betis

[vc_row][vc_column][vc_column_text el_class=»firma_cronica» css=».vc_custom_1491095010173{margin-top: 10px !important;}»]Fernando Ruiz de Alarcón[/vc_column_text][vc_column_text el_class=»three-columns»]Existe un término muy usado últimamente, sobre todo para cuestiones políticas, acuñado posverdad. La posverdad sirve para referirse a las informaciones no contrastadas, realizadas a medias, al lanzamiento de información falsa, populista o propagandística. Al fin y al cabo, este término light de lenguaje correcto viene a significar lo contrario de la verdad, que no es otra cosa que la mentira.

En los últimos días, por desgracia, hemos podido comprobar que la posverdad ha llegado para quedarse en el periodismo deportivo de nuestra ciudad, en especial en aquel cuya información está dedicada a la actualidad del Real Betis Balompié.

Y para argumentar esta idea de la fuerza que ha cobrado la posverdad, podemos tomar como ejemplo la campaña mediática abierta sobre el tema del acuerdo Bitton-Real Betis. Una campaña  que se basa en crear frases y eslóganes de mentiras y falacias, repetirlos hasta la saciedad, para que cale como verdad dentro del aficionado bético.

Frases como “hombres de fútbol” , “Guerra civil en el Betis” o “No existe paz social” son algunos de estas definiciones demagógicas compuestas por palabras que difuminan la realidad, que tratan de ofender, que buscan hacer daño, porque hay intereses, porque el que utiliza estos mensajes, ha tomado parte, sin interesarle la verdadera información, y quiere intoxicar al bético para ponerlo a defender su causa.

Comprobamos como los transmisores de la posverdad toman fuentes poco creíbles, donde los sentimientos de la propia fuente prevalecen a la información real y veraz de datos.

Por ejemplo, en este mismo caso de Bitton-Betis, muchos medios recogieron la información en grandes titulares, como si fuera información real, de la opinión de una de las parte más perjudicada en el acuerdo Bitton-Betis, la de  Lopera y Castaño. Al poco tiempo, comprobamos que toda esta “primera información” de estos medios era mentira.

Así, a sabiendas que la versión no era información, e incumpliendo el supuesto código ético del periodista de publicar una vez se haya comprobado la noticia,  muchas falsedades se extendieron con el fin de manipular, intoxicar y desprestigiar dicho tratado sin saber en qué consiste verdaderamente.

En esta extensión de la posverdad también tiene su culpa la otra parte protagonista, la directiva del Club, por no publicar, en la primera nota de prensa, el documento con el acuerdo escrito y firmado, algo que hubiera terminado con las especulaciones desde sus inicios.

Otra protagonista de nuestro club muy dado a utilizar términos “posverdad” es el director técnico Torrecilla, que en muchas ruedas de prensa nos suelta cada milonga que no debemos aceptar: ni tenemos una de las mejores media de la liga, ni Zozulia es un delantero digno del Betis, ni las buenas sensaciones existen.

Hagamos, como béticos, un esfuerzo, e intentemos desechar todas aquellas informaciones que solo llevan a la crispación y al enfrentamiento entre los aficionados, en definitiva, a la inestabilidad del Club. Desterremos el insulto, el populismo y el chiste fácil en nuestras conversaciones, aunque algunos creadores de opinión no lo hagan , y sobre todo, contrastemos las noticias. Al menos, el Real Betis como institución, se lo merece.

Y ahora bien… ¿Es positivo el acuerdo Bitton-Betis para la entidad? Pues estamos en obligación de informarnos y contrastar, para luego opinar. Yo, desde esta ventana abierta al bético, prestaré mucha atención a todas las opiniones argumentadas, porque aún no lo tengo nada claro, pero no caeré en el error del enfrentamiento.

Solo me da cierta confianza en sus informaciones por su imparcialidad y veracidad, en esta selva de intereses abiertos, Mateo González…[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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